Una mujer fue agredida por integrantes de un grupo de peregrinos provenientes de la comunidad de Los Arenales, cuando avanzaban por la avenida principal con rumbo a Nogales.
De acuerdo con testigos, la mujer se acercó únicamente para pedirles que dejaran de detonar cohetes, debido a la delicada condición de salud de su hija, quien se encontraba dentro de su vivienda. La solicitud provocó la reacción violenta de varios participantes, quienes la empujaron, la patearon y la derribaron, sin que otros asistentes intervinieran para detener la agresión.
Vecinos señalaron que este tipo de incidentes se repite cada diciembre durante las celebraciones guadalupanas, lo que, afirmaron, desvirtúa el carácter religioso y comunitario de estas manifestaciones.
Habitantes de la zona hicieron un llamado al obispo de la diócesis de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino, para que intervenga, identifique a los responsables dentro de la estructura parroquial correspondiente y emita lineamientos claros que eviten conductas violentas durante las peregrinaciones. Asimismo, exigieron a las autoridades civiles reforzar la seguridad y el control en los recorridos y procesiones para prevenir este tipo de hechos.





