Por su valor ecológico e histórico, la Isla de los Sacrificios no se abrirá al turismo

No se puede abrir la Isla de Sacrificios al turismo de nuevo, debido que tiene un valor ecológico muy alto dentro de un ecosistema altamente sensible. También porque existe un marco legal que la protege y por la existencia de vestigios históricos que requieren resguardo especializado, señaló Jezahel Miranda Zacarías, jefe de departamento del Monitoreo de Arrecifes del Sistema Arrecifal Veracruzano.

La isla está bajo protección federal como parte del Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano (PNSAV) a través de una zonificación estricta que impide expresamente las actividades recreativas o turísticas.

Indicó que el programa de manejo vigente clasifica a la Isla de Sacrificios como zona de uso exclusivo para la conservación y la investigación científica. Por esta razón si se busca permitir visitas como ocurría antes, se necesitaría rediseñar completamente el problema de manejo de la isla.

“La isla forma parte de un ecosistema arrecifal frágil y de alto valor biológico. En sus playas anidan especies de tortugas marinas que están catalogadas como amenazadas o en peligro de extinción, como la tortuga lora y la tortuga verde”, dijo.

Señaló que estas especies tienen hábitos de reproducción específicos que son muy sensibles a cualquier tipo de perturbación humana. Permitir a la ciudadanía visitar la isla podría alterar sus ciclos reproductivos y afectar la biodiversidad de la zona. Además, hay otras especies en riesgo que también dependen del equilibrio de este entorno.

“La reapertura de la Isla de Sacrificios no puede decidirse con base en el interés turístico o el potencial económico. Requiere, en primer lugar, una modificación legal; en segundo, la validación científica de que el ecosistema podría soportar cierto nivel de visita sin afectación; y en tercero, una estrategia cultural que garantice la protección de los vestigios. Todo esto enmarcado en una política de conservación activa y multisectorial”, comentó.

Señaló que incluso el INAH tendría que ser tomado en cuenta para reabrir la isla debido a los vestigios arqueológicos que ahí se han hallado. En tal caso deberían de contemplarse estudios previos de conservación además de un plan de manejo, sino se corre el riesgo de que se afecten los vestigios históricos.

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