En el primer debate entre los candidatos a la gubernatura de Veracruz, Rocío Nahle García de la coalición Sigamos Haciendo Historia, José Yunes Zorrilla de la alianza Fuerza y Corazón por Veracruz, e Hipólito Deschamps Espino Barros de Movimiento Ciudadano (MC), predominaron las acusaciones sobre corrupción, con pocas propuestas concretas.
Durante el debate, Nahle García señaló la cercanía de Yunes Zorrilla con el ex gobernador Javier Duarte de Ochoa, mientras que Yunes Zorrilla retomó acusaciones sobre propiedades de Nahle y su familia en diferentes partes del país.
En el tema de migración, los candidatos reconocieron la importancia de Veracruz como estado receptor y emisor de migrantes. Nahle García propuso coordinarse con el gobierno federal y capacitar a la policía para el manejo de extranjeros. Yunes Zorrilla propuso crear un observatorio migratorio y Deschamps Espino destacó la necesidad de apoyar al campo para evitar la migración forzada.
En política y gobierno, Yunes Zorrilla enfatizó la importancia de la transparencia y la rendición de cuentas, criticando la gestión de Nahle García en la construcción de la refinería de Dos Bocas. Por su parte, Nahle García prometió una política equitativa y perspectiva de género, mientras que Deschamps Espino abogó por el apoyo a los presidentes municipales.
Los candidatos también discutieron sobre la independencia de la Fiscalía General del Estado, con Nahle García asegurando que se mantendría autónoma, mientras que Yunes Zorrilla y Deschamps Espino la criticaron por su supuesto uso como instrumento de persecución política.
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