El Senado de Estados Unidos ha enterrado un acuerdo bipartidista destinado a cerrar la frontera cuando el flujo migratorio excediera los cuatro mil cruces diarios.
La propuesta, que también incluía asignaciones financieras para Ucrania e Israel, se desmoronó durante una votación en la cámara alta del Congreso.
La votación, que registró 49 votos a favor, no alcanzó los 60 necesarios para aprobar el proyecto de ley, ya que la mayoría de los republicanos expresaron su oposición. Ante este resultado, el líder de la mayoría demócrata, Chuck Schumer, ordenó una segunda votación sobre el proyecto.
El texto original sufrió un debilitamiento notable después de que Donald Trump, prominente figura republicana y favorito para la nominación presidencial en las próximas elecciones, criticara severamente el proyecto.
«Solo un idiota o un demócrata radical de izquierda votaría por este horrible proyecto de ley fronteriza», expresó Trump en su red social Truth Social, subrayando su influencia sobre el partido.
El paquete legislativo propuesto buscaba restringir el flujo migratorio en la frontera y facilitar las deportaciones aceleradas, además de endurecer los requisitos para las entrevistas de «miedo creíble» en solicitudes de asilo.
El voto en contra de los republicanos llega después de que fallaran en su intento de iniciar un juicio político contra el secretario de Seguridad Interior, Alejandro Mayorkas, a quien culpan de la crisis migratoria en la frontera con México.
Los conservadores también intentaron aprobar una ayuda de 17 mil 600 millones de dólares para Israel por separado, pero esta estrategia no tuvo éxito.
El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, aliado de Trump, calificó el resultado como «un desastre» y señaló la creciente división entre los partidos como un motivo de preocupación.
En medio de las negociaciones, el presidente Joe Biden acusó a Trump de politizar la crisis migratoria, mientras que los republicanos más duros insisten en aumentar la presencia militar en la frontera con México.
Tras la votación, el tema migratorio parece quedar relegado en la Cámara de Representantes, pero seguirá siendo un punto de conflicto durante la campaña para las próximas elecciones presidenciales, que podría enfrentar nuevamente a Biden y Trump.
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